´Pata´ es un vocablo del lenguaje popular que lleva varias décadas del Perú resistiendo las incurias del tiempo. Se dice para referirse a un amigo íntimo, inseparable. Y junto con ´pata´ aparece todo un conglomerado de términos. ´Patita´ se usa con mucha frecuencia; tiene, claro está, un matiz afectivo. Mario Cavagnaro escribió una canción emblemática en los años cincuenta del siglo XX que empieza así: “Yo la quería patita / era la gila más buenamoza del callejón”. ´Patita´ se usa corrientemente y ´gila´, de prosapia castiza, no se escucha más. ´Un pata´, ´un patita´ son voces neutras que se oyen en el habla familiar. Llamamos ´patero´ a la persona aduladora o a quien tiene facilidad para hacer amigos y ´patería´ es la muestra ocasional y excesiva de amistad, con la finalidad de caer simpático o de conseguir algo. En otro universo semántico llamamos ´pata de perro´ a la persona andariega; ´por las patas de los caballos’ es salir mal de una situación, ´pata de cabra´ es una herramienta de hierro usada en albañilería, con dos uñas, que sirve para sacar clavos y palanquear; ´estar hasta las patas´ de alguien, es experimentar un profundo amor por una persona. ´Pata en el suelo´ es ser pobre de solemnidad o andar sin zapatos. ´Pata de Judas´ se le dice a un niño travieso o revoltoso. ´Pata de gallo´ es el soporte de las repisas y también un tipo de arruga de la cara. (Marco Martos).
Zampado
El poeta Gonzalo Rose usó la voz “zampado” y sus variantes en su texto “A la orden”: “Zampado el aire.